¿Qué es?

El lupus es una enfermedad autoinmune reumática sistémica y crónica, es decir que además de afectar a las articulaciones y a los músculos, puede dañar la piel y casi todos los órganos. Como enfermedad autoinmune, se produce por la formación de anticuerpos y células dirigidas contra componentes propios. La evolución de la enfermedad se caracteriza por fases de brote y otras en los que los efectos de la enfermedad remiten. El lupus es tan heterogéneo o variable, que se presenta en formas no tan graves como algunas manifestaciones en la piel y en ocasiones en formas muy severas con lesión de órgano/s. Esta enfermedad, afecta principalmente a las mujeres y en una época de la vida en la que se es fértil (entre 20 y 40 años). Se han descrito además casos en niños y adultos mayores.

Causas

La causa es desconocida. Sin embargo, al tratarse de una enfermedad autoinmune hay distintos factores que pueden influir en el sistema inmunológico y provocar lupus. Se han barajado varias hipótesis, entre ellas la genética y el ambiente. Uno de los factores ambientales implicados ha sido la exposición a la luz solar. De hecho, muchos individuos con lupus tienen fotosensibilidad la cual se manifiesta como una respuesta incrementada de la piel al exponerse a los rayos ultravioleta de la luz solar. Así mismo, las hormonas, en concreto los estrógenos femeninos, parecen estar implicados en el desarrollo de la enfermedad.

Síntomas de Lupus

Al tratarse de una enfermedad multi-sistémica afecta varios órganos. Presenta por un lado síntomas generales: cansancio fácil, pérdida de peso inexplicable, fiebre prolongada no debida a un proceso infeccioso y alteraciones de la temperatura. Además, dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes, ya que se observan en un 90% de los pacientes, están los síntomas articulares y musculares, dolor e inflamación en las articulaciones (artritis) en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más frecuencia. Es posible que aparezca rigidez articular por las mañanas y afectación en la piel. La lesión más conocida, aunque no la más recurrente, es la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel en las mejillas y el dorso de la nariz. Cuando afecta al corazón y los pulmones: Las capas de revestimiento del corazón (pericardio) y de los pulmones (pleura) se inflaman debido a la enfermedad. Esto origina pericarditis y pleuritis. Ambas tienen síntomas parecidos: dolor torácico y fiebre. En otras ocasiones, el lupus afecta los pulmones o a las válvulas del corazón ocasionando insuficiencia cardio-respiratoria.

• Cuando afecta al riñón (un buen número de pacientes presentan compromiso renal), la lesión más frecuente es la inflamación (nefritis), que a veces impide que el riñón elimine adecuadamente los residuos del organismo y estos se acumulan en la sangre. Debido a esta inflamación, muchas veces el riñón se ve incapaz de asimilar y retener proteínas. Con lo que se eliminan por la orina, provocando hinchazón de cara y piernas.
• Cuando afecta al sistema nervioso las manifestaciones pueden ir desde dolores de cabeza, depresiones hasta inflamación del cerebro, medula espinal, infartos cerebrales lo cual puede deberse a inflamación cerebral por el lupus o puede ser secundaria a otras circunstancias, como las infecciones y los anticuerpos antifosfolípidos. De ahí que se requiera, una evaluación muy cuidadosa. Es posible que la depresión no se desencadene por la enfermedad, sino porque el paciente se enfrenta al hecho de padecer una enfermedad, de origen desconocido y que puede afectar a tantos órganos.

Tipos de Lupus

Se pueden encontrar tres tipos de lupus:

1. El cutáneo: sólo compromete la piel y es el más frecuente. No produce lesiones de órganos.
2. El sistémico o LES que compromete varios órganos.
3. El inducido por medicamentos, el cual es poco frecuente y con manifestaciones muy leves.

Diagnósticos

El diagnóstico se basa principalmente en los síntomas. El análisis de sangre puede detectar anticuerpos anti-nucleares, los cuales son positivos hasta en un 98% de los pacientes con lupus. Sin embargo, estos anticuerpos se manifiestan también en otras enfermedades, y por esto se indica buscar marcadores más específicos de enfermedad como los anticuerpos anti-ADN de cadena doble y los anti-ENA. Un valor alto de algunos de estos anticuerpos es específico del lupus.

El daño al riñón causado por el lupus puede detectarse mediante los análisis de sangre y de orina, aunque en ocasiones la biopsia renal está indicada para determinar mejor el tratamiento.

Tratamientos

El tratamiento de la enfermedad es muy distinto según el órgano al que afecte. Los corticoides, aunque aún se consideran parte del tratamiento básico por ende, todos los afectados en un momento u otro los toman, el criterio actual es indicarlos en la menor dosis y por el menor tiempo posible. Todos los pacientes con lupus, tanto en sus formas leves (fatiga, manifestaciones cutáneas o articulares) como en las formas severas (compromiso de un órgano mayor), y a excepción de que exista una contraindicación formal, deben recibir antimaláricos (inmunomodulador) por tiempo prolongado. Si los órganos dañados son el pulmón, el corazón, el sistema nervioso central o el riñón, el tratamiento debe de ser mucho más agresivo y se basa en corticoides en dosis muy altas y medicamentos inmunosupresores. El reumatólogo es el especialista más capacitado para tratar a los pacientes con lupus.

Para mayor información

Prensa PANLAR

Elizabeth Rivera Cuadros

Nardas72@hotmail.com